Un avión de Spirit Airlines se acercó demasiado a un jumbo 747 que transportaba al presidente Donald Trump hacia Londres el martes, en medio del tráfico aéreo congestionado de Nueva York.
El Air Force One y el vuelo 1300 de Spirit, un Airbus A321 en ruta a Fort Lauderdale y Boston, sobrevolaban Long Island cuando un controlador aéreo percibió que ambos aviones volaban a altitudes similares y en trayectorias convergentes. Intentó alertar a los pilotos de Spirit, pidiéndoles que cambiaran de rumbo, con advertencias como «¡Presten atención!».
A pesar de que los aviones se mantuvieron a kilómetros de distancia y no hubo peligro inmediato, el incidente captó la atención en redes sociales, tanto por la presencia del avión presidencial como por las advertencias cada vez más firmes del controlador aéreo desde Nueva York.
Trump llegó a Londres esa misma noche para una visita de Estado, que incluye una reunión con el Rey Carlos en el Castillo de Windsor y conversaciones sobre la inversión estadounidense en infraestructura tecnológica en el Reino Unido.
Este evento, que para otros aviones podría haber pasado desapercibido, suscitó interés en un momento en que se revisa el sistema de control de tráfico aéreo del país, tras varios incidentes previos.
DCN/Agencias