Una operación de la Policía Nacional del Perú (PNP) en San Martín de Porres condujo a la detención de cinco individuos presuntamente ligados a una organización criminal dedicada a la extorsión. Esta banda amenazaba a sus víctimas utilizando dinamita, armas de fuego y mechas, enfocándose principalmente en transportistas de la zona norte del país.
Los arrestados incluyen a tres hombres de nacionalidad venezolana y dos cubanos. Durante la intervención, se incautaron explosivos, armamento y otros artefactos. A pesar de que los sujetos intentaron escapar, los agentes de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) lograron capturarlos. Las autoridades se encuentran verificando sus antecedentes penales y situación migratoria.
La información difundida sugiere que esta banda podría estar implicada en robos, asesinatos y diversas actividades criminales. El coronel Juan Carlos Montúfar, jefe de la División de Investigación de Robos de la Dirincri, indicó que los detenidos están bajo custodia y se están evaluando sus posibles lazos con redes de crimen organizado a nivel internacional.
Se investiga también si estos individuos tienen conexión con la estructura delictiva conocida como DESA II – Los Occidentales, considerada como una segunda generación de la banda Delincuentes Extorsionadores Secuestradores Antitren (DESA).
La organización DESA II ha sido objeto de atención por sus métodos violentos y su capacidad operativa. Según declaraciones del Ministro del Interior, Carlos Malaver, estarían involucrados en el lavado de dinero utilizando siete empresas de fachada, desde las cuales enviaban fondos a Ecuador, Colombia y Venezuela, para reingresarlos a Perú bajo el pretexto de actividades legítimas.
La fiscal provincial Nelly Millones lidera la investigación, que incluye ocho carpetas fiscales y al menos diez empresas sospechosas. Hasta el momento, han sido congeladas 50 cuentas bancarias y se ha incautado un total de 20 millones de soles, equivalentes a aproximadamente 5,7 millones de dólares.
Los transportistas son las principales víctimas de esta banda, enfrentando constantes amenazas, cobros ilícitos y atentados. Un caso destacado es el asesinato de Paul López, conductor de la empresa Aquarius, ocurrido el 2 de abril. Las autoridades siguen investigando la relación entre los detenidos y la red DESA II, así como su vinculación con cinco homicidios recientes en Lima.
DCN/Agencias