Miles de franceses se manifestaron este miércoles en protestas antigubernamentales en diversas ciudades del país. La movilización, bajo el lema “Bloqueemos todo”, busca paralizar el país y se desarrolla de manera independiente a sindicatos y partidos políticos. En el inicio de las protestas, más de 200 personas fueron detenidas.
Según informes de las fuerzas policiales, se prevé que el movimiento realice bloqueos y sabotajes en puntos clave como autopistas, supermercados, refinerías, hospitales, y aeropuertos. En respuesta, se desplegarán 80.000 gendarmes y policías que actuarán con firmeza ante las acciones de los activistas, evocando en parte la insurgencia de los «chalecos amarillos» de 2018.
Se estima que alrededor de 100.000 personas se sumarán a las actividades en varias regiones de Francia, mayoritariamente jóvenes con ideologías de izquierda. Entre las demandas destacan la defensa del medio ambiente, la igualdad de género, la lucha contra la discriminación racial, el control de precios de alquileres y la jubilación a los 60 años.
Adicionalmente, los manifestantes exigen la renuncia del presidente Emmanuel Macron, a quien acusan de incrementar la desigualdad económica en detrimento de las clases populares.
Este día de protestas coincide con el primer día de trabajo de Sébastien Lecornu, nuevo primer ministro y exministro de Defensa, quien toma el cargo tras la salida de François Bayrou. Lecornu enfrentará una importante prueba al asumir en medio de una crisis de descontento social, y el acto formal de traspaso de poderes se llevará a cabo al mediodía en el palacio de Matignon.
DCN/Agencias