Bolivia finalizó los primeros siete meses de 2025 con un déficit comercial cercano a los 500 millones de dólares, evidenciando desafíos en su economía. A pesar de que se han reducido las importaciones, las exportaciones no logran recuperarse.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), entre enero y julio de este año, las exportaciones alcanzaron los 4.962 millones de dólares, lo que representa una disminución del 5% en comparación con el mismo periodo de 2024. Las importaciones totalizaron 5.458 millones de dólares, significando una contracción del 8%. El déficit de 496 millones de dólares es una mejora respecto al saldo negativo de 663 millones registrado el año pasado, pero marca el tercer año consecutivo en rojo para la balanza comercial.
En cuanto a los socios comerciales, China continúa siendo el principal destino de las exportaciones bolivianas, representando el 17% del total y generando un superávit de 448 millones de dólares. Brasil le sigue con el 15% de las ventas, aunque se observó un leve déficit de 26 millones en el comercio bilateral. Por el contrario, Japón destaca como el mayor generador de déficit comercial: las exportaciones hacia este país alcanzaron los 400 millones, mientras que las importaciones se elevaron a 682 millones, resultando en un saldo negativo de 282 millones de dólares.
Desde 2022, cuando Bolivia presentó un superávit de más de 2.200 millones de dólares, las cuentas externas han mostrado un deterioro. La baja demanda internacional de materias primas y la creciente dependencia de importaciones de bienes intermedios incrementan la presión sobre las finanzas externas. El IBCE señala que, si esta tendencia persiste, el país podría enfrentar dificultades adicionales para mantener su balanza de pagos en medio de reservas internacionales limitadas y la creciente necesidad de divisas para importar productos esenciales.
DCN/Agencias