El primer ministro de Nepal, K.P. Sharma Oli, renunció este martes tras dos días de intensas protestas lideradas por el movimiento denominado «Generación Z», que cuestiona la corrupción y el veto a las redes sociales. La carta de renuncia de Oli fue enviada en medio de un clima de tensión, en el que se reportaron 19 muertes y más de 300 heridos.
Oli, del Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista Unificado), ocupaba el cargo desde julio de 2024, habiendo tenido tres mandatos anteriores entre 2015 y 2021. En su carta, el primer ministro argumentó que su renuncia busca abrir paso a soluciones políticas en el contexto de la crisis que atraviesa el país.
El descontento social se intensificó esta semana luego de que los jóvenes manifestantes se organizaron en respuesta a la muerte de varios de sus compañeros durante las protestas. En una demostración de ira, los manifestantes atacaron y quemaron propiedades de varios líderes políticos, incluyendo la residencia de Oli en Balkot. Además, al menos cinco de sus ministros dimitieron en las últimas 24 horas en señal de protesta contra la gestión del Gobierno en torno a las movilizaciones.
A pesar de los intentos del Gobierno de calmar la situación, levantando el veto a varias plataformas de redes sociales que había impuesto un día antes, las manifestaciones no cesaron. El bloque de 26 plataformas, que incluía Facebook, Instagram y WhatsApp, había sido una de las principales razones que llevaron a los jóvenes a movilizarse a las calles, inicialmente a través de redes con etiquetas como “#NepoBabies” para criticar el nepotismo y la corrupción.
La situación en Katmandú refleja un clima de descontento creciente, evidenciando la reacción de la juventud frente a una serie de políticas gubernamentales que consideran injustas y restrictivas. Con la renuncia de Oli, el futuro político en Nepal se torna incierto, mientras el país lidia con el legado de su gestión y las demandas de su población.
DCN/Agencias