En Estados Unidos, opera una red de empresas que actúan como intermediarios en la adquisición de cuerpos de personas fallecidas. Estas entidades, comúnmente llamadas intermediarios de cuerpos, se autodenominan “bancos de tejidos no destinados a trasplantes”. Este sector se beneficia de la escasa regulación en el país, lo cual facilita su funcionamiento.
Jenny Kleeman, investigadora y autora del libro The Price of Life, dedicó varios años a estudiar este fenómeno. En sus hallazgos, Kleeman comentó que en muchos países hay una escasez de donaciones de órganos y tejidos, y que recurren a Estados Unidos para obtener cuerpos. Su investigación reveló que una de las empresas más relevantes en este campo enviaba partes de cuerpos a más de 50 naciones.
Esta situación refleja un panorama complejo en la industria de la salud y la donación de órganos, donde la demanda supera a la oferta en varias regiones del mundo.
Fuente: Medios internacionales
VTV/DC/EB
DCN/Agencias