Los restos de un mamut estepario, datados en 1,1 millones de años, han permitido la reconstrucción de genomas parciales de patógenos, siendo este el ADN microbiano asociado a un hospedador más antiguo recuperado hasta la fecha. Investigadores de la Universidad de Estocolmo, encabezados por David Díez del Molino, encontraron varios microbios en los restos del mamut que podrían haber estado relacionados con enfermedades en estos animales.
El análisis se publicó en la revista Cell y abarcó 483 ejemplares de mamut, de los cuales 440 nunca habían sido objeto de estudio. El equipo utilizó técnicas de genómica y bioinformática para distinguir entre los microbios que convivieron con los mamuts y los que invadieron sus restos tras su muerte.
Díez del Molino destacó que estos hallazgos abren la posibilidad de investigar cómo los microbios y patógenos pudieron influir en la evolución y extinción de especies como los mamuts. Según Tom van der Valk, otro de los firmantes, obtener ADN confiable de más de un millón de años representa un desafío, ya que los genomas de los microbios evolucionan rápidamente.
A través de sus investigaciones, el equipo identificó seis grupos microbianos que mostraban asociación constante con los mamuts. Entre ellos estaban parientes de especies como Actinobacillus, Pasteurella, Streptococcus y Erysipelothrix. Una de las bacterias encontradas, relacionada con Pasteurella, ha sido vinculada a brotes mortales en elefantes africanos.
Esto plantea la posibilidad de que los mamuts también pudieran haber sido susceptibles a infecciones similares, dado que los elefantes, actuales parientes más cercanos, comparten muchas características. El estudio logró reconstruir genomas parciales de Erysipelothrix a partir del mamut estepario, revelando información biológica crucial.
A pesar de que determinar el impacto exacto de estos microbios en la salud de los mamuts es complicado por la degradación del ADN, el estudio proporciona una visión inédita de la microbiota de esta megafauna extinta. Los resultados sugieren que algunos linajes microbianos coexistieron con los mamuts durante periodos prolongados y en diversas áreas geográficas, desde hace más de un millón de años hasta la extinción de los mamuts lanudos hace aproximadamente cuatro mil años.
Este tipo de investigaciones, hasta ahora enfocadas principalmente en humanos antiguos, marca un avance en la comprensión de la interacción entre microorganismos y grandes animales en ecosistemas del Pleistoceno.
DCN/Agencias