La carne, que ha sido tradicionalmente un elemento básico en la dieta venezolana, ha perdido popularidad en Caracas. La devaluación del bolívar y el incremento sostenido del dólar oficial han afectado el consumo, llevando a los comerciantes a ajustar sus márgenes de operación y reconsiderar sus negocios.
En zonas como El Valle, algunas carnicerías ya no ofrecen carne, sino que venden solo pollo y huevos. Aníbal, un comerciante con más de veinte años en la industria, indicó que dejó de vender carne a finales de 2024, ya que la rentabilidad era insostenible. Según él, el precio de la carne sigue rondando los 10 dólares por kilo, pero la alta demanda de pollo —vendido a 4.5 dólares— permite a las familias obtener más alimento por menos dinero.
El impacto del dólar también se siente en los costos. En enero, el dólar estaba a 60 bolívares y ha subido a 140. Esto implica que, aunque el precio de la carne no cambió en dólares, su costo en bolívares se duplicó, afectando las ventas.
Edgar Medina, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), corroboró la caída en el consumo de carne en 2025. Aunque durante 2024 se había visto un ligero aumento en el consumo per cápita, este ha comenzado a disminuir nuevamente debido a la situación económica. Los precios del kilo de carne en la producción se encuentran entre 1.95 y 2.10 dólares, pero no siempre cubren los costos reales.
Aníbal expresó que solo retomaría la venta de carne si la situación económica mejora, afirmando que nadie inicia un negocio para experimentar pérdidas.
DCN/Agencias