El mercado laboral en México concluyó el segundo trimestre de este año con signos de estabilidad, aunque enfrenta desafíos como la alta informalidad y las difíciles condiciones de empleo.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población económicamente activa llegó a 61.1 millones de personas, lo que equivale a una tasa de participación del 59,5% entre quienes tienen 15 años o más. La tasa de desocupación se mantuvo en 1.6 millones de personas (2,7%), similar a la del año anterior. Por otro lado, la población ocupada se incrementó a 59.4 millones, con crecientes empleos en sectores como transporte, comercio y servicios.
No obstante, la problemática de la informalidad es significativa, afectando al 54,8% de los ocupados (32.6 millones de personas). La subocupación, que incluye a aquellos que desean trabajar más horas, se ubicó en 7,2%, contabilizando 4.3 millones de mexicanos en esa situación.
En lo que respecta a ingresos, cerca del 40% de los trabajadores gana hasta un salario mínimo, y uno de cada tres enfrenta problemas en su ocupación, ya sea por bajos ingresos o jornadas laborales inadecuadas.
A nivel estatal, Quintana Roo y Baja California Sur son líderes en tasas de participación económica, mientras que Tabasco y Ciudad de México presentan las tasas de desempleo más altas. En contraste, Guerrero y Oaxaca tienen baja desocupación, pero la informalidad supera el 78%. El informe indica que, aunque hay una recuperación en algunos sectores, la mitad de la fuerza laboral sigue en la informalidad, evidenciando un mercado laboral frágil y desigual.
DCN/Agencias