El cantante de música regional mexicana, Ernesto Barajas, fue asesinado el martes en el occidente de México, en una zona marcada por la violencia del crimen organizado. Barajas, quien era vocalista del grupo Enigma Norteño, fue atacado a balazos en el municipio de Zapopan, un suburbio de la capital de Jalisco, según informó la fiscalía estatal, que ya ha iniciado una investigación sobre el caso.
Originario de Culiacán, Sinaloa, Barajas se convierte en una nueva víctima dentro del contexto de la violencia que afecta a músicos en el país. Este incidente ocurre menos de tres meses después de que cinco integrantes del grupo “Fugitivo” fueran asesinados en Reynosa, Tamaulipas. Este grupo, al igual que Enigma Norteño, se presentaba frecuentemente en fiestas y eventos populares.
Enigma Norteño, fundado en 2004, ha ganado popularidad en el ámbito de los «narcocorridos» y cuenta con más de 4 millones de oyentes mensuales en Spotify. La música de esta banda, al igual que otros géneros similares, ha sido objeto de críticas debido a su temática, lo que ha llevado a ciertos estados a implementar restricciones al respecto. Por ejemplo, en días recientes, el gobierno de Querétaro anunció la prohibición de la interpretación de canciones que glorifiquen la violencia en espacios públicos y privados.
Ante la controversia generada por los «narcocorridos», la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ha promovido un concurso para la creación de canciones mexicanas sin contenidos violentos, buscando así contrarrestar entre otros la apología al delito.
Las autoridades continúan investigando el asesinato de Barajas en un contexto donde la seguridad y la violencia en el sector musical sigue siendo un tema delicado y de preocupación para muchas comunidades.
DCN/Agencias