La cardióloga y divulgadora Magdalena Perelló ha emitido una advertencia sobre el impacto del estrés crónico en la salud cardiovascular. En un reciente video compartido en sus plataformas, Perelló enfatiza que «el estrés puede afectar tu corazón de igual manera que la presión arterial alta, el colesterol elevado o la diabetes». Este fenómeno no debe subestimarse, ya que representa un factor de riesgo significativo.
La especialista explica que vivir bajo un estado continuo de estrés genera diversas reacciones fisiológicas negativas. Aumento de la frecuencia cardíaca, elevación de la presión arterial e incremento de la inflamación son algunas de las consecuencias. Estos efectos persistentes pueden llevar a problemas graves, como infartos o enfermedades cardíacas.
En su mensaje, Perelló también menciona que existen maneras de manejar este estrés y proteger el corazón. A través de su programa «RESET CORAZÓN», ofrece estrategias y recursos para ayudar a las personas a enfrentar el estrés diario.
La afirmación de Perelló cuenta con respaldo científico. Un metaanálisis publicado en SciELO indica que pacientes con enfermedad coronaria crónica que experimentan isquemia miocárdica por estrés mental tienen un doble riesgo de sufrir eventos coronarios en comparación con quienes no presentan esta reacción. Además, estudios presentados por la American Heart Association en 2023 concluyeron que condiciones como la depresión, ansiedad y estrés crónico pueden acelerar la aparición de factores de riesgo cardiovascular, afectando incluso a personas jóvenes con predisposición genética al estrés.
Otra investigación en ScienceDirect argumenta que el estrés prolongado puede acelerar la aterosclerosis debido a la activación constante del sistema nervioso simpático, lo cual aumenta la presión arterial y otros factores adversos para el corazón.
Para combatir el estrés, los expertos sugieren un enfoque integral que incluye cambios en el estilo de vida. Realizar ejercicio regularmente, mantener una alimentación equilibrada, dormir adecuadamente y practicar técnicas de relajación son fundamentales. Una dieta rica en frutas y verduras, así como técnicas como el yoga o el pilates, pueden contribuir a la reducción del estrés y a mejorar la salud cardiovascular.
DCN/Agencias