El peso mexicano ha mostrado una apreciación cercana al 10% frente al dólar en lo que va de 2025. Sin embargo, en julio cerró con una leve depreciación del 0,6%, según datos del Banco de México (Banxico), rompiendo así una racha de tres meses de ganancias. El tipo de cambio cerró a 18,87 pesos por dólar, después de fluctuar entre un máximo de 18,90 y un mínimo anual de 18,50, cifra que no se veía desde agosto de 2024.
Analistas indican que la caída reciente del peso se debe a un aumento en la aversión global al riesgo, intensificada por la política comercial proteccionista del gobierno de Donald Trump. A partir del 1 de agosto, EE. UU. aplicará nuevos aranceles a importaciones de varios países, incluido México.
“Este fortalecimiento del dólar se debe a una fuga de capitales de la renta variable hacia instrumentos de renta fija en un entorno de incertidumbre financiera”, comentó Albert Suriol, de Wall Street Funded. Este experto prevé que la tendencia podría persistir hasta que la Reserva Federal comience a bajar las tasas de interés, lo cual se anticipa para finales de año.
A pesar de esto, el peso se comportó mejor que otras monedas emergentes y fue la segunda divisa menos devaluada en julio, con una apreciación anual del 9,6%, según Gabriela Siller, directora de Análisis Económico en Banco Base.
En cuanto a proyecciones, algunos analistas son cautelosos. Julio César Ruiz, economista en jefe de Citi México, sugiere que la resistencia del peso podría ser más atribuible a la debilidad del dólar que a factores internos. Citi estima un tipo de cambio de 19,85 pesos por dólar para finales de 2025 y 20,30 para 2026. Siller también advirtió sobre posibles presiones estacionales en el cuarto trimestre, que podrían llevar el tipo de cambio a niveles entre 19,25 y 19,35 pesos por dólar en diciembre.
DCN/Agencias