Bad Bunny comenzó una serie de 30 conciertos en Puerto Rico, su lugar de origen, el 11 de julio, como un homenaje a sus raíces que inspiraron su álbum «Debí Tirar Más Fotos». Este disco, lanzado en enero, se ha convertido en el más reproducido a nivel global en plataformas como Spotify y Apple Music, y rinde tributo a la cultura puertorriqueña, fusionando géneros como salsa, bachata y música jíbara.
Se vendieron más de 400.000 entradas, tres cuartos en apenas cuatro horas. Según Discover Puerto Rico, el evento podría generar hasta 200 millones de dólares para la economía local, cifra que podría ser conservadora.
La tasa de pobreza en Puerto Rico es alta, con un 43% de la población viviendo por debajo del umbral, lo que hace que el impacto económico sea aún más relevante. Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Martínez Ocasio, eligió San Juan para su espectáculo «No me quiero ir de aquí», que se extenderá hasta el 14 de septiembre antes de continuar su gira internacional.
Desde el anuncio de los conciertos, la ocupación hotelera en agosto aumentó un 75% y los alquileres temporarios registraron incrementos del 174% en agosto y del 200% en septiembre. La economista Indira Luciano sugiere que si la mitad de los visitantes son extranjeros, la inversión total podría alcanzar los 160 millones de dólares solo en hospedaje y alimentación.
El espectáculo ha creado empleo local, contratando a 1.000 personas para su producción, y ofrecerá comidas típicas puertorriqueñas en el coliseo. El choliseo, donde se presentan los conciertos, tiene una capacidad de 14.000 espectadores y estima recibir a más de 200.000 visitantes internacionales durante estos meses.
Discover Puerto Rico ha desplegado estrategias para promocionar el turismo y asegurar que los beneficios se distribuyan a lo largo de la isla, fomentando un impacto positivo en la economía local.
DCN/Agencias