El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó a Estados Unidos de «injerencia» al revocar los visados de los magistrados del Tribunal Supremo, incluido su presidente, Alexandre de Moraes. Esta acción se da tras la implementación de medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro por su vinculación a una trama de financiamiento en EE. UU. que busca defender su inocencia.
Lula expresó su apoyo a los magistrados en un mensaje publicado en su cuenta de X, lamentando lo que considera una «medida arbitraria e infundada» por parte del gobierno estadounidense.
Las investigaciones apuntan a que Bolsonaro habría utilizado hasta dos millones de reales (300,000 euros) para hacer campaña en EE. UU. a través de su hijo, Eduardo, promoviendo estas sanciones. Esto ocurre en un contexto donde el expresidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado interés por la situación de Bolsonaro, llegando a criticar públicamente el proceso judicial que enfrenta.
En respuesta a la revocación de visados, el Departamento de Estado estadounidense argumentó que Bolsonaro es objeto de una «cacería política» por parte de Moraes, quien supuestamente ha creado un ambiente de persecución que afecta tanto a brasileños como a estadounidenses.
Lula rechazó esta justificación, reiterando que se trata de una intervención en el sistema judicial brasileño que «viola principios de respeto y soberanía entre naciones». El presidente concluyó afirmando su confianza en que ninguna intimidación comprometerá la defensa del Estado de derecho en Brasil.
Esto marca un nuevo capítulo en las tensiones entre ambos países, con el foco en la independencia de las instituciones judiciales brasileñas y la influencia de la política estadounidense en la región.
DCN/Agencias