El Movistar Arena se llenó de energía este martes con un Juan Luis Guerra deslumbrante, que ofreció un espectáculo de merengue, bachata y ritmos caribeños ante un público rendido a sus pies. Con las entradas agotadas, la noche alcanzó su punto culminante con la inesperada aparición de Alejandro Sanz, quien subió al escenario para compartir con el dominicano un tema, provocando la locura entre los asistentes.
Vestido con su icónica boina y una sonrisa, Guerra inició la velada con una proyección de playas y mar en las pantallas, deleitando a los miles de fans que coreaban sus éxitos desde el primer instante. «¡Buenas noches, Madrid! Gracias por su cariño. Esta es una fiesta para ustedes», saludó antes de arrancar con ‘Rosalía’.
Los clásicos como ‘La Travesía’, ‘Vale la pena’ y ‘Bachata en Fukuoka’ fueron interpretados con gran fervor, mientras banderas de República Dominicana, Venezuela y Colombia ondeaban al compás de la música. «¡Gracias, Madrid! Vamos a celebrar», expresó Guerra antes de realizar un conmovedor homenaje con ‘Para ti’, acompañado por una lluvia de confeti.
La banda 4.40, que respaldó al artista durante toda la noche, recibió aplausos cuando Guerra presentó a sus talentosos miembros. Luego, interpretó ‘Visa para un sueño’ y algunos temas de su aclamado EP «Radio Güira», que le valió varios premios Latin Grammy.
Uno de los momentos más esperados llegó cuando Guerra tomó un megáfono para cantar ‘El costo de la vida’, encendiendo aún más la fiesta. En la parte final, interpretó ‘Ojalá que llueva café’, creando una conexión emotiva con el público, que incluía a personas de diversas nacionalidades.
Tras ‘El Farolito’ y ‘Las Avispas’, la euforia subió cuando Guerra regresó al escenario a petición del público para cantar ‘A pedir su mano’. Pero la verdadera sorpresa fue la llegada de Alejandro Sanz, quien, junto a Guerra, entonó ‘Bachata Rosa’, desatando un torrente de ovaciones en el recinto.
La noche culminó de manera estruendosa con ‘La Bilirrubina’, un auténtico himno caribeño que hizo que todos se levantaran a bailar. Sin grandes artificios, pero con un sonido impecable y un despliegue de luces, Juan Luis Guerra reafirmó su estatus como leyenda de la música latina.
Con más de 30 millones de discos vendidos y una temporada de gira por España, Guerra continúa llevando su inconfundible y festiva mezcla musical a cada rincón, reafirmándose como un ícono global. ¡Que siga la fiesta!
DCN/Agencias