El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, está revisando los costos del proyecto de renovación de la sede de la Reserva Federal como posible argumento para destituir a Jerome Powell, presidente del banco central. Esta información fue confirmada por Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, quien indicó que si se encuentra una «causa justificada», Trump podría actuar legalmente para remover a Powell.
Las declaraciones de Hassett surgen tras las críticas del director de Presupuesto, Russ Vought, quien calificó la remodelación de la Fed como una «ostentosa renovación» con un supuesto sobrecosto de 700 millones de dólares. Vought comparó el proyecto de 2.500 millones de dólares con el Palacio de Versalles, señalando lujos como jardines en azoteas, algo que Powell ha negado.
La presión sobre Powell aumenta debido a su negativa a reducir las tasas de interés, algo prioritario para Trump desde su regreso a la presidencia en enero. La posibilidad de destituir a Powell ha generado un debate considerable en el ámbito político e institucional.
Powell, defendiendo la renovación, mencionó que el edificio, con casi 90 años de antigüedad, no es seguro. Según un informe del Inspector General de la Fed, los costos del proyecto se incrementaron de 1.900 millones a 2.400 millones de dólares en dos años, aunque Powell negó que existan lujos innecesarios.
Desde el Congreso, el republicano French Hill afirmó que Trump no tiene autoridad legal para destituir a Powell, aunque reconoció la importancia de una supervisión rigurosa sobre la Fed. Además, Kevin Warsh, exgobernador de la Fed, propuso una reforma integral, sugiriendo que la institución necesita un «cambio de régimen».
DCN/Agencias