Las intensas lluvias y las repentinas inundaciones en Texas han generado una tragedia significativa en la historia reciente de Estados Unidos, con al menos 120 muertos y más de 160 desaparecidos hasta el momento.
Las lluvias torrenciales han afectado especialmente a la región central de Hill Country, donde se ubican varios campamentos de verano infantiles. Cientos de trabajadores del condado de Kerr y otras áreas continúan revisando los escombros; sin embargo, no ha habido hallazgos de personas vivas en lo que va de la semana, lo que aumenta la preocupación por quienes permanecen desaparecidos.
Un día antes de la visita del presidente Donald Trump y su esposa Melania a la zona del desastre, surgen preguntas sobre el tiempo de las alertas previas a las inundaciones. El condado de Kerr, epicentro de la tragedia y parte del área conocida como «Callejón de las Inundaciones Repentinas», ha confirmado 96 muertes, de las cuales 36 son niños.
La inundación del río Guadalupe ha sido particularmente devastadora para los campamentos de verano, incluyendo el campamento Mystic, donde fallecieron 27 niñas y guías. Otras cinco campistas y una guía siguen desaparecidas.
El gobernador de Texas, Gregg Abbott, ha convocado una sesión especial de la legislatura que comenzará el 21 de julio, en la cual se abordará la mejora de los sistemas de alerta ante fenómenos meteorológicos.
ABC News reportó que un bombero de Ingram solicitó a la Oficina del Sheriff del condado de Kerr, a las 4:22 AM del 4 de julio, que alertara a los residentes de Hunt sobre la inminente inundación. Sin embargo, la primera alerta no llegó al sistema CodeRed de Kerr hasta 90 minutos después de la llamada. En algunos casos, los mensajes de advertencia se recibieron luego de las 10:00 AM, cuando ya cientos de personas habían sido arrastradas por las aguas.
Esta situación compleja sigue desarrollándose mientras las labores de rescate continúan en la región afectada.
DCN/Agencias