Aumento de Temor en Florida: Huracanes y la Reticencia a Usar Refugios por Políticas Anti Inmigrantes
Huracanes en Florida: temor a refugios por políticas antiinmigrantes
Florida, conocido por ser el estado más afectado por huracanes en Estados Unidos, enfrenta una complicada situación con su población migrante. A pesar de las advertencias sobre ciclones que podrían tocar tierra en su territorio, miles de personas indocumentadas optan por evitar los albergues debido al miedo a ser detenidos.
Las tormentas recientes, como Ian en 2022 y Idalia en 2023, han dejado un saldo trágico, con múltiples muertes relacionadas a marejadas ciclónicas. Las casas móviles, una opción de vivienda común entre migrantes de bajos ingresos, son especialmente vulnerables. Según estudios, solo la mitad de quienes habitan en estas casas estarían dispuestos a acudir a un refugio público.
Organizaciones como la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC) han resaltado que la política antiinmigrante del gobernador Ron DeSantis ha intensificado el miedo entre los migrantes. La eliminación de protecciones como el memorando que prohibía redadas en refugios ha aumentado la desconfianza.
Las autoridades locales aseguran que no se niega la entrada a los refugios y que no se requiere documentación. Sin embargo, más de 200 agencias policiales en Florida, incluidas las de Miami-Dade, han firmado acuerdos con ICE para colaborar en asuntos migratorios. Esto crea un ambiente disuasorio para muchos que busquen ayuda.
El temor de los migrantes se ha visto justificado en los últimos años. Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, varios programas humanitarios han sido eliminados y se ha propuesto desmantelar FEMA, la agencia encargada de la respuesta a desastres. Parte de sus fondos se están utilizando para financiar centros de detención migratoria.
Para algunos, la experiencia de ingresar a un refugio es aterradora. Un exparamédico de los Cayos expresó: “Cuando te metes en un shelter, no sabes cómo vas a salir”. Para ellos, la emergencia natural se convierte en un doble riesgo, ya que el temor a ser deportados persiste incluso en momentos críticos.
DCN/Agencias