Las recientes lluvias en la región andina de Venezuela han ocasionado la pérdida total de alrededor de 150 hectáreas de tierras cultivables, además de daños parciales en unas 250 hectáreas. Osman Quero Pérez, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), destacó que la situación afecta gravemente la movilidad de alimentos, debido a la destrucción de 17 puentes esenciales para el transporte.
Quero Pérez comentó en entrevista con Unión Radio que “eso en cantidades productivas es mucho”, enfatizando el impacto en la agricultura nacional. Las áreas afectadas son cruciales para la producción de hortalizas, verduras y frutas, aumentando el riesgo de desabastecimiento en los mercados.
A pesar de estas dificultades, los agricultores están buscando maneras de llevar sus productos a los mercados. “Siguen ideándose formas de bajar sus hortalizas y mercancías”, mencionó Quero Pérez, subrayando el esfuerzo del sector para evitar una crisis de oferta.
La pérdida de infraestructura vial, sobre todo de puentes, ha sido un factor clave en el problema. “La destrucción de esos 17 puentes ha perjudicado seriamente el traslado de las mercancías”, resaltó.
Además de la emergencia climática, Quero Pérez insistió en que el sector agrícola requiere al menos 1.500 millones de dólares al año para recuperar su capacidad productiva. “Afortunadamente, tenemos tierras suficientes para abastecer el mercado nacional e incluso para exportar”, concluyó, haciendo un llamado a resolver el tema del financiamiento. Esta situación se da en un contexto de fragilidad estructural del agro venezolano, donde las condiciones climáticas, la falta de inversión y la logística deficiente limitan el potencial del país.
DCN/Agencias