El Banco Central de Brasil anunció en su informe trimestral de política monetaria que espera que la inflación alcance su meta oficial para finales de 2027. A pesar de reducir sus previsiones para 2025 y 2026, la entidad advirtió que el proceso de desinflación será gradual y extenso.
Según la nueva proyección, la inflación se espera que esté en 4,9% para 2025 y en 3,6% para 2026. Para el cuarto trimestre de 2027, se estima que alcanzará un 3,2%, entrando dentro del rango tolerable del objetivo oficial de 3% ±1,5 puntos porcentuales.
Este comunicado se produjo una semana después de que el banco decidiera aumentar la tasa Selic en 25 puntos básicos, alcanzando el 15%, el nivel más alto en casi 20 años. Esta medida se considera una «pausa prolongada» en el ciclo de endurecimiento que comenzó en septiembre, acumulando hasta ahora un incremento de 450 puntos básicos.
A pesar de este ajuste, la economía brasileña ha mostrado signos de resiliencia. El Banco Central incrementó su previsión de crecimiento del PIB para 2025 de 1,9% a 2,1%, impulsada por un mercado laboral más activo y un repunte en el consumo, beneficiado por cambios en los créditos de nómina.
Sin embargo, el informe también señala que se anticipa una desaceleración de la actividad económica durante el segundo semestre del año, debido a la política monetaria restrictiva, la menor capacidad productiva y un entorno global menos favorable.
Entre los factores que inciden en el aumento de precios se mencionan una actividad económica más robusta de lo esperado, mientras que la apreciación del real y la baja en los precios del petróleo actúan como influencias desinflacionarias.
DCN/Agencias