En un nuevo desarrollo legislativo, el Congreso de Brasil decidió este miércoles derogar tres decretos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva que planteaban un aumento de impuestos sobre transacciones internacionales.
Esta medida, impulsada por el gobierno en mayo, tenía como objetivo incrementar la recaudación sin afectar el gasto social, pero encontró resistencia interna, incluso en la coalición oficialista. Los decretos anulados elevaban el Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF) para compras con tarjetas de crédito en el extranjero, remesas y créditos empresariales. Se esperaba que esta medida generara unos 12.000 millones de reales (alrededor de 2.100 millones de dólares) en 2025.
Lindbergh Farias, un líder del oficialismo, advirtió que esta derogación podría resultar en limitaciones a los programas sociales, afectando principalmente a los sectores más vulnerables. La oposición, encabezada por el Partido Liberal del exmandatario Jair Bolsonaro, argumentó que los aumentos impositivos habrían contribuido a la presión inflacionaria, que ya se ubica en 5,32% interanual.
Este conflicto se enmarca dentro de una regla fiscal que restringe el crecimiento del gasto público hasta 2026. Lula busca cumplir con esta norma sin renunciar a su agenda social, pero el rechazo en el parlamento evidencia un creciente escepticismo sobre su capacidad para equilibrar las cuentas sin realizar ajustes estructurales.
Este acontecimiento no solo representa un desafío político para el gobierno, sino que también reaviva el debate sobre la sostenibilidad fiscal en Brasil, en medio de un contexto de inflación y volatilidad cambiaria.
Con información de AFP.
DCN/Agencias