La gobernadora de la Reserva Federal de EE. UU., Michelle Bowman, se unió el lunes a las voces que piden un recorte de tasas en la próxima reunión del banco central, programada para el 29 y 30 de julio. En un discurso realizado en Praga, argumentó que las actuales presiones inflacionarias no justifican mantener una política monetaria restrictiva y sugirió que la Fed debería actuar “tan pronto como el mes próximo”.
Su posición coincide con la del gobernador Christopher Waller, quien el viernes también abogó por un recorte anticipado antes de que el mercado laboral muestre mayores signos de debilidad. Estas declaraciones reflejan un creciente desacuerdo dentro de la Fed, donde el presidente Jerome Powell ha adoptado un enfoque más prudente, indicando que es necesario contar con más datos para evaluar el impacto de los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump.
Bowman minimizó el efecto inflacionario de estos aranceles, sugiriendo que su impacto en los precios será menor de lo que se teme. Además, consideró que una regulación más laxa, sumada a recortes impositivos corporativos, podría aliviar la presión sobre los precios. En cambio, Powell ha enfatizado la importancia de observar cómo responde la economía en los próximos meses antes de decidir un recorte.
A pesar de las opiniones divergentes, la postura oficial de la Fed sigue siendo cautelosa. En la última reunión, solo siete de los 19 miembros votantes apoyaron mantener la tasa sin cambios el resto del año, mientras que solo dos se mostraron a favor de un único recorte.
Así, la Fed enfrenta un panorama incierto, con señales mixtas sobre la inflación y la presión política, mientras se acerca la reunión de julio.
DCN/Agencias