El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó estar «profundamente alarmado» por el ataque de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a las instalaciones nucleares de Irán en Isfahán, Natanz y Fordo. Guterres instó a todas las partes involucradas a respetar el Derecho Internacional y a optar por la vía diplomática para evitar un «caos» mayor.
El representante de la ONU calificó el uso de la fuerza por parte de EE. UU. como una «peligrosa escalada» en una región ya tensa, señalando que representa una «amenaza directa» a la paz y la seguridad internacionales. Advertió que la violencia en la zona podría «salirse de control», lo que traería un riesgo creciente de «consecuencias catastróficas» para la población civil y el mundo.
Guterres reiteró que todos los Estados en conflicto deben cumplir con las obligaciones estipuladas en la Carta de Naciones Unidas y otras normativas del Derecho Internacional. Afirmó: «No hay solución militar. El único camino es la diplomacia. La única esperanza es la paz.»
Estas declaraciones se produjeron poco después de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, confirmara el ataque a las mencionadas instalaciones nucleares, especialmente en Fordo, donde se realizó el mayor impacto. Trump aclaró que el objetivo del ataque era «destruir la capacidad nuclear de Irán», a la vez que describió al país como «el número uno de los estados promotores del terror en el mundo» y enfatizó la necesidad de interrumpir su «amenaza nuclear».
DCN/Agencias