"Sal enriquecida con magnesio: un aliado para aliviar el dolor muscular y disminuir el estrés"

La Historia de la Sal de Epsom

Hace cuatro siglos, los agricultores cerca de Epsom, en Inglaterra, notaron que su ganado evitaba ciertos manantiales. La razón era la presencia de agua rica en un compuesto de magnesio y sulfatos, que más tarde se conocería como sal de Epsom. A pesar de su sabor amargo, esta sal se popularizó, en especial por su uso en baños, donde se descubrió que ayudaba a relajar el cuerpo. Con el tiempo, Epsom se convirtió en un destino popular para quienes buscaban baños termales.

Desde finales del siglo XVII, la sal comenzó a ser extraída y comercializada. Hoy en día, muchas personas agregan sal de Epsom a sus bañeras, y su compra se ha vuelto sencilla tanto en tiendas físicas como en línea. Se estima que su industria crecerá de 4.770 millones de dólares en 2024 a 6.870 millones en 2032, con un crecimiento anual del 4,67 %.

Beneficios de la Sal de Epsom

El uso de la sal de Epsom se basa en la teoría de que sus componentes, el magnesio y sulfato, se absorben a través de la piel al sumergirse en agua caliente. Sin embargo, no existen pruebas claras sobre los beneficios de su consumo oral, y hay advertencias sobre posibles efectos secundarios graves, como diarrea.

Según la Fundación Nacional de Psoriasis de EE.UU., los baños con esta sal pueden ayudar a aliviar la picazón y las escamas de la piel. Se recomienda realizar el baño en agua caliente, enjuagar y aplicar un hidratante después.

Además, los baños en caliente, que pueden incluir sal de Epsom, ayudan a reducir el cortisol, la hormona del estrés, mejorando la calidad del sueño. Los usuarios reportan una sensación de calma y alivio muscular después de sumergirse.

Por otro lado, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. aprueba la sal de Epsom como laxante, aunque otros pueden ser más efectivos con menos efectos secundarios.

Se sugiere que los baños en agua caliente aumentan el flujo sanguíneo, lo que podría ayudar en la recuperación muscular y reducir la inflamación.

Cómo Preparar un Baño de Sal de Epsom

Para preparar un baño de sal de Epsom, la Clínica de Cleveland recomienda:

  1. Agregar una taza y media de sal a la bañera con agua caliente.
  2. Ajustar la temperatura del agua.
  3. Sumergirse y relajarse entre 15 y 20 minutos.

Este ritual ha encontrado un lugar en el cuidado personal moderno, convirtiéndose en una práctica frecuente en muchas casas.

DCN/Agencias

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