La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció este lunes que recortará 3.500 empleos y reducirá los costes de plantilla en un 30%. El alto comisionado, Filippo Grandi, indicó que esta decisión responde a la complicada situación financiera, agravada por la disminución de la financiación de Estados Unidos y otros donantes clave.
En el comunicado, Grandi detalló que la reestructuración conllevará el cierre o la reducción de oficinas en diversas partes del mundo y la eliminación de casi el 50% de los puestos ejecutivos en la sede central en Ginebra. También se están viendo afectados programas esenciales que brindan apoyo a familias vulnerables, así como servicios en salud, educación, potabilización de agua e higiene.
ACNUR aclaró que está colaborando con otras agencias de la ONU, organizaciones humanitarias y gobiernos para mitigar los efectos de esta crisis. Grandi reafirmó el compromiso de la organización con los refugiados, a pesar de los recortes inevitables y la pérdida de colegas.
Además, la agencia expresó su respaldo a iniciativas dentro de la ONU que buscan reformar el sistema de agencias para abordar problemas financieros, mencionando el programa UN80 presentado por el secretario general António Guterres.
Estos recortes se producen una semana antes de las conmemoraciones del Día del Refugiado, programado para el 20 de junio. En su informe anual, ACNUR reportó que aproximadamente 122 millones de personas se encuentran desplazadas debido a conflictos y crisis, un aumento significativo en comparación con hace diez años.
DCN/Agencias