El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó este domingo que Irán «pagará un alto precio por matar a civiles», tras los ataques iraníes que resultaron en la muerte de 13 personas en los últimos días. Netanyahu hizo estas declaraciones durante una visita a Bat Yam, cerca de Tel Aviv, donde un misil impactó un edificio, causando la muerte de al menos seis personas, incluidos dos menores.
Durante su visita, el primer ministro observó un edificio de varias plantas que quedó gravemente dañado por el ataque. Expresó su pesar por las vidas perdidas y llamó a la población a seguir las indicaciones de seguridad. «Quien las escuchó y estuvo en una zona protegida se salvó. Quien no lo hizo, lamentablemente, resultó herido», dijo.
Acompañaron a Netanyahu el ministro de Defensa, Israel Katz, el ministro de Energía y autoridades de Policía, Bomberos y Rescate, junto con líderes locales. También estuvo presente el presidente israelí, Isaac Herzog, quien reiteró que el objetivo de Israel con esta ofensiva aérea es «cambiar la realidad en Oriente Medio». Herzog acusó a Irán de armar a enemigos regionales y de desarrollar capacidades nucleares que constituyen una amenaza global.
Por otro lado, el medio estadounidense Axios reportó que Israel carece de las bombas antibúnker necesarias para atacar la planta de enriquecimiento de uranio de Fordow, y está solicitando apoyo de Estados Unidos para avanzar en la ofensiva.
Netanyahu planteó la cuestión de la amenaza que representaría Irán si llegara a desarrollar 20.000 misiles nucleares, describiéndola como una «amenaza existencial para Israel». Enfatizó que el país se encuentra en una «guerra de salvación» frente a lo que considera una doble amenaza y aseguró que las fuerzas militares israelíes están activas en la región.
DCN/Agencias