El presidente del Gobierno español y líder del Partido Socialista, Pedro Sánchez, ofreció disculpas a la ciudadanía tras la implicación de su colaborador, Santos Cerdán, en un caso de corrupción. En una rueda de prensa desde la sede del partido, Sánchez admitió que los socialistas no debieron confiar en Cerdán, quien dimitió de su cargo y renunciará a su acta de diputado tras conocerse un informe policial que lo señala por supuestas gestiones de comisiones en adjudicaciones de obras públicas.
Sánchez anunció la realización de una auditoría externa para asegurar la transparencia del partido y eliminar «cualquier sombra de duda» que pudiera existir. A pesar de informes favorables del Tribunal de Cuentas, aseguró que tomará medidas para fortalecer la dirección del PSOE.
El presidente reconoció su decepción con Cerdán y afirmó que, a pesar de este escándalo, no habrá elecciones generales anticipadas y la legislatura- se mantendrá hasta 2027. Reiteró que el tema no solo afecta al partido, sino a un proyecto político más amplio, centrado en la regeneración democrática y el desarrollo social y económico del país.
Además, Sánchez manifestó su intención de seguir siendo candidato socialista si así lo desean los militantes y destacó que el escándalo no representa una crisis de Gobierno, ya que el Ejecutivo no se ve afectado directamente por la situación.
Defendió también la integridad de los procesos de primarias del PSOE celebrados en 2014 y 2016, asegurando que se llevaron a cabo con total transparencia.
La situación se desarrolla en un contexto de creciente escrutinio sobre las prácticas del partido y su liderazgo.
DCN/Agencias