Miles de personas se manifestaron en Nueva York este martes en apoyo a las protestas contra las redadas migratorias de la Administración Trump, que comenzaron en Los Ángeles. Los participantes gritaban “¡ICE, pa’ fuera!” y “Chinga la migra”, mientras ondeaban banderas de varios países latinoamericanos. La protesta se originó en Federal Plaza, donde se ubican agencias federales de inmigración y el principal tribunal de inmigración de la ciudad.
Los manifestantes se encontraron con una fuerte presencia policial y barricadas. A medida que la mayoría marchó por Manhattan, algunos permanecieron en Federal Plaza, lo que derivó en forcejeos con las autoridades y al menos 20 arrestos, según organizadores.
En Los Ángeles, alrededor de 200 personas fueron detenidas en manifestaciones que han durado cinco días. Agentes federales utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los asistentes. En respuesta a estos eventos, Nueva York vio sus primeras protestas el sábado, donde cerca de 100 personas se reunieron y bloquearon el paso a una camioneta que supuestamente era de la policía migratoria, resultando en 22 arrestos.
El alcalde Eric Adams advirtió que no toleraría enfrentamientos similares a los de Los Ángeles y destacó que se permitirán protestas pacíficas, pero no la violencia. Otras manifestaciones se llevaron a cabo en lugares como la Torre Trump, con al menos 24 detenciones.
Protestas también han sucedido en más de dos docenas de ciudades en Estados Unidos, incluyendo Illinois, Nuevo México y Florida, con diversas magnitudes y en general pacíficas, aunque algunas han culminado en choques con la policía.
Los manifestantes no solo exigen el fin de las redadas, sino que también apoyan a David Huerta, un líder sindical detenido en Los Ángeles durante una manifestación. Su caso ha cobrado relevancia y se ha convertido en un símbolo de la lucha contra las redadas migratorias.
En Texas, se registraron confrontaciones en Austin, donde los participantes lanzaron objetos a las fuerzas del orden. El gobernador Greg Abbott afirmó que las protestas pacíficas son legales, pero que las acciones ilegales conllevarán arrestos.
En Dallas, unas 400 personas manifestaron por los derechos de los migrantes, aunque la policía advirtió sobre posibles arrestos, y se reportaron incidentes con gas pimienta. Se llevaron a cabo también marchas en San Antonio, bajo consignas en favor de la educación y en contra de las deportaciones.
DCN/Agencias