El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con cáncer de próstata la semana pasada, según informó su portavoz el martes. Este anuncio se produce tras la preocupación de algunos sectores, incluido el expresidente Donald Trump, sobre la falta de información acerca de la salud de Biden.
Trump expresó su sorpresa al comentar que el público no había sido informado sobre el diagnóstico antes, señalando que esta condición ha avanzado a una etapa 9. La portavoz de Biden aclaró que su última prueba de PSA, un análisis para detectar este tipo de cáncer, fue realizada en 2014 y que jamás se le había diagnosticado cáncer de próstata anteriormente.
La oficina de Biden anunció el domingo que el expresidente, de 82 años, fue diagnosticado con una forma «agresiva» de cáncer de próstata que presenta «metástasis óseas». Este cáncer es considerado de nivel 9 en la escala de Gleason, que mide la agresividad de los cánceres de próstata del 1 al 10.
El cáncer de próstata es el más común entre los hombres y la segunda causa principal de muerte por cáncer en esta población. Su detección puede realizarse mediante la prueba de PSA, que mide el antígeno prostático específico en la sangre, o a través de un tacto rectal. Sin embargo, las pruebas de PSA no son recomendadas universalmente debido a la posibilidad de falsos positivos y tratamientos innecesarios.
En EE.UU., los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no aconsejan la prueba de PSA en hombres de 70 años o más sin síntomas previos de la enfermedad. Joe Biden tenía entre 71 y 72 años en 2014, cuando realizó su última prueba de PSA. Su equipo no aclaró si se ha sometido a otros exámenes relacionados desde entonces.
Se anticipa que el martes se publique un libro de investigación en EE.UU. que detallará cómo la Casa Blanca ocultó información sobre las debilidades del expresidente, quien ha continuado su candidatura a la reelección a pesar de sus problemas de salud.
DCN/Agencias