Los 133 cardenales electores se reunirán desde el 7 de mayo en la Capilla Sixtina del Vaticano para el Cónclave que elegirá al 267º Papa, sucesor de Francisco. Este evento histórico atraerá a miles de periodistas y fieles, y reúne a cardenales menores de 80 años, excepto dos que no asistirán por motivos de salud. Se dispensa el límite habitual de 120 cardenales.
La fecha del cónclave fue anunciada el 28 de abril y sucede entre 15 y 20 días tras la muerte de Francisco, quien falleció el 21 de abril. Durante este tiempo, los cardenales han estado en Roma, alojándose en la Casa Santa Marta, y han participado en congregaciones generales para discutir sobre la Iglesia. La última reunión se dio el 6 de mayo.
El cardenal más veterano es Carlos Osoro, de 79 años, y el más joven, Mikola Bychok, de 45. De los cardenales, 53 son europeos, 37 americanos, 23 asiáticos, 18 africanos y 4 de Oceanía. Entre los electores hay seis españoles, incluyendo a José Cobo, Carlos Osoro y Juan José Omella. Antonio Cañizares se ausentó por salud.
Antes del cónclave, el cardenal Giovanni Angelo Becciu, involucrado en un caso de irregularidades financieras, optó por no asistir para “el bien de la Iglesia”.
El 5 de mayo se realizó el juramento de secreto para los involucrados en el cónclave. El 7 de mayo, a las 10:00 a.m., se celebrará la Misa “pro eligendo Pontifice”, presidida por el Decano del Colegio Cardenalicio. Posteriormente, los cardenales rezarán en la Capilla Paulina antes de dirigirse a la Capilla Sixtina, donde cantarán “Veni, Creator Spiritus” y prestarán juramento.
Las votaciones se llevarán a cabo diariamente, con el requerimiento de una mayoría de dos tercios, es decir, 89 votos, para elegir al nuevo Papa. Si no hay acuerdo después de siete votaciones, se realizará una pausa y se reanudará el proceso con un máximo de siete papeletas.
Los votos serán quemados en estufas que indicarán la elección mediante humo blanco o negro. Este proceso será resguardado para mantener la confidencialidad, desactivando señales de telecomunicaciones.
Varios nombres suenan como posibles sucesores, entre ellos Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. La expectativa en las calles es palpable, con pantallas grandes preparadas para transmitir el momento en que se anuncie al nuevo Papa.
DCN/Agencias