Negociación nuclear: Venezuela y los buques de guerra iranies. Por Joelvin Villarreal

Prometí que cuando se confirmara que los buques de guerra iranies tenian como punto de destino Venezuela, les diria cual es el propósito de tal desafío. Y aquí voy.

Por estos días se llevan a cabo en Europa reuniones previas para tratar el asunto del acuerdo nuclear iraní. Como es usual cuándo estas rodas de negociaciones empiezan, suelen aumentan las tensiones en las áreas de influencia que dominan los Persas: Oriente medio, África, y Latam.

Las relaciones de poder de Irán con respecto a Latam no son asunto nuevo, estas se constituyen práticamente desde los inicios de la revolución islámica. Primariamente se hizo a través de Hezbollah y el crimen organizado. Pero luego, llegó la revolución bolivariana, y esta le abre las puertas a una mayor influencia de los Persas en Latam. El lazo se reforzó aún más después que Hugo Chávez ayudó a Irán cuando las sanciones de los EE.UU afectaron gravemente la producción y abastecimiento interno de gasolina en el país persa.

A través de Hezbollah, según investigaciones de la DEA, el régimen chavista lava dinero del narcotráfico para financiar actividades de terrorismo y desestabilización contra intereses de los EE. UU. Estas investigaciones fueron bloqueadas por Obama y reactivadas por Trump.

Actualmente, Alex Saab, el banquero se Hezbollah en Latam, se encuentra detenido en la isla africana de Cabo Verde y ha sido pedido en extradición por los EE.UU. su importancia es de tal magnitud que la batalla legal y política por su custodia ha sido ardua.

La dinámica geopolítica ha hecho que Irán se recupere, 150 mil millones de $ otorgados por la admin Obama al régimen de los Ayatollah contribuyeron enormemente en este aspecto. Ahora es Venezuela la que necesita ayuda de Irán para surtir combustible.

¿Por qué obama le dio 150 mil millones de $ a Irán? Se supone que ese dinero fue parte del acuerdo nuclear de 2015, con el que se buscaba que Irán abandonara la idea de desarrollar armas nucleares. Es la teoría del «Apaciguamiento». No funcionó, e inclusive la situación empeoró.

Tomando lo anterior como contexto, los iranies han venido ejerciendo una influencia muy marcada sobre la política venezolana: Cooperación militar, tecnológica, comercio, cultural, etc. En Caracas abrieron un supermercado, y en todo el país muchos negocios de exportación e importación.

Su estratégia, la de Irán, consiste en convertir a Venezuela en otra zona de desestabilización que ellos puedan manejar. De esa manera tienen otra carta dura que poner sobre la mesa de negociaciones en Europa, donde se discute el acuerdo nuclear.

La visita de buques de guerra iranies a Venezuela se ha discutido desde antes de 2017, pero no fue sino hasta 2018 cuándo públicamente la Guardia Revolucionaria Islámica lo admitió. En aquella ocasión dijeron que podrían ser dos o tres barcos de guerra.

¿Por qué esperar casi tres años para concretar la anunciada visita de buques de guerra iranies a Venezuela? Porque el momento conveniente para Irán no se habia materializado. Además la admin Trump fue bastante disuasiva al respecto.

La llegada de los buques de guerra iranies a Venezuela coincide con los ejercicios militares que EE.UU y sus aliados en el Caribe programaron para el 12 de Junio próximo. Esto no solo eleva las tensiones y la política desafiante de Irán que, servirá en la mesa de negociaciones, sino que también, le va a servir a Irán para que su flota recopile datos de esos ejercicios militares a desarrollarse en la frontera con Venezuela. Uno de los buques enviados es el Makon, el cual posee alta tecnología de guerra electrónica.

Así que la razón por la cual se concreta esta polémica visita a Venezuela es porque existen muchos intereses funcionales a Irán en la región para este momento.

Porsupuesto, para el régimen anfitrión también hay un interes bastante marcado: la retórica anti imperialista, el escándalo para tapar otro escándalo (Apure), los datos que puedan obtener persas y rusos de los ejercicios en la frontera, y como ficaha para su propia mesa de dialogo.