ENTÉRATE Y SÚMATE| Del verbo al hecho. Por Antonio Urdaneta (@UrdanetaAguirre)

Si las palabras bonitas y las frases esperanzadoras se tradujeran en soluciones, Venezuela sería uno de los países con menos calamidades del mundo. Lo menos que pensaría un venezolano es en abandonar su tierra porque sabe que en ninguna otra parte del planeta podría realizarse tan plenamente como en esta porción de suelo americano.

Los discursos políticos, tanto de los factores de poder que apoyan al gobierno, como los que le escuchamos a todos los líderes de la oposición, son piezas retóricas edulcoradas con insólitas promesas que jamás se han materializado en hechos concretos. Es probable que en ningún otro país se hayan elaborado tan atractivas proposiciones políticas y electorales como en Venezuela. Pero a la hora de contabilizar resultados y comparar las ofertas con los hechos, nada o poco parecidos éstos con aquéllos.

Es obvio que el discurso engañoso y demagógico del régimen, dejó de ser novedad dentro y fuera de Venezuela, porque el sello que más identifica a dicha conducción gubernamental es el incumplimiento de la palabra. Ningún liderazgo político en funciones de gobierno, ha perdido tanta credibilidad como el actual. Es demasiado difícil saber cuándo el mensaje de los “revolucionarios” rojos, igual de origen civil o militar, es cierto o falso. Tantas veces los líderes que apoyan al régimen han prometido sin cumplir la oferta, que ya se ha generalizado la opinión según la cual la mentira es la estrategia gubernamental predominante.

A pesar de lo que ya se ha dicho en los párrafos anteriores, la incoherencia entre verbo y hechos donde más daño ha generado es en la oposición. Son muchos los partidos políticos que se autocalifican opositores; unos más pequeños que otros. La palabra de este liderazgo también se diluye más y más, cada día, en las aguas de la duda. Es lógico que este tipo de discurso ha incidido negativamente, a los efectos de una verdadera y sólida unidad de la oposición. Esta lamentable realidad se ha traducido en más calamidades para Venezuela.

Si es verdad que los partidos políticos opositores son además democráticos, todavía tienen tiempo para demostrarlo. Los acontecimientos políticos y electorales que se avecinan, cualquiera sea la posición que asuman, es una oportunidad para que se pongan al servicio de Venezuela, lo cual sólo es posible si lo hacen total y monolíticamente unidos. ¡De lo contrario, seguirán haciéndole daño a la patria!

 

Antonio Urdaneta Aguirre
urdaneta.antonio@gmail.com
@UrdanetaAguirre

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