Caos Económico Mundial: Consecuencias del Covid-19. Por Albert Geovo (@aegeovo)

En cuanto a las crisis, dicen que las modas vuelven y siempre vuelven, pero esta vez lo que está de moda es una gran depresión económica mundial, comparable al Crack del 1929, que servirá como en esa época, para un reacomodo de las principales potencias mundiales con sus capitales en el anfiteatro del mundo; que se sabe que son los Miembros del Consejo Permanente de las Naciones Unidas, más Alemania.

Al mismo tiempo que, deja una estela masiva de ruina en el sistema socioeconómico mundial, ruptura de los mercados, familias rotas, empresas quebradas, desempleo acelerado, quiebre de la ciudadanía, sistema político globalista, entramado social arbitrario, decadencia de la institucionalidad jurídico-política; además, de la Religión velada. Cuando la solución para revertir todos estos adversos efectos, está en levantar los controles económicos y sociales que le han impuesto a la ciudadanía, es decir, desregular la economía de las naciones.

Por un lado, pensar hoy, en lo que sucederá mañana, es el arte de crear valor en el ser humano, del pensar como guía, no como el rebaño en la granja; por otro, es necesario, ver más allá y poder observar, con una visión casi profética,  las consecuencias que generarán las decisiones que se están o no se están tomando al día de hoy, ante la presunta pandemia del denominado COVID-2019.

De ahí que, hoy la humanidad vive un mundo caótico de incertidumbre absoluta, ante éste estrepitoso episodio; de modo que la manera, como se ha retocado el armazón religioso, filosófico y lógico de la existencia, lo hundió todo; es por eso que, ahora más que nunca se tienen que observar las bases donde se sustenta la sociedad mundial, que no son precisamente la “ley del garrote y del colmillo”. Por lo que es inexcusable que la humanidad no se haga preguntas claves en el devenir del tiempo.

En primer lugar: ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Qué le ofreceremos a las generación de relevo? ¿Qué mundo les dejaremos? ¿Le tenemos garantizado a la humanidad, un mundo mejor o peor que el nuestro y durante cuánto tiempo?  ¿Es correcta, la orientación en la que embarcaron a la humanidad, cómo individuos, cómo familia humana, cómo sociedad? ¿Es éste el Arca de Noé, o mejor aún el Arca de la Alianza? ¿Cómo tendríamos  que planificar el sistema político, económico y de relaciones humanas? ¿La capacidad de ahorro y producción serán suficientes ante la incertidumbre de recursos limitados que posee la humanidad,  cómo ciudadanos, países,  y sociedades en el mundo?

Dicho de otra manera ¿Cómo saber, si se ha elegido y decidido el mejor camino, la mejor opción para las generaciones presentes y por venir? ¿Qué funciones hay que exigir a los gobernantes que se “eligieron” o se elegirán por la ciudadanía? ¿Es correcta la significación de ciudadano que se tiene? ¿Cuáles son los límites del Estado que hay que establecer, organizar cómo ciudadanos? ¿Cuál es el objetivo de todo el Sistema Político y Económico? ¿Acaso, no es la finalidad del sistema político, el desarrollo, el mejor uso de los recursos limitados que se tienen y en fin, la felicidad?

Por tanto, éstas y todas las interrogantes necesarias y pertinentes, las tenemos que hacer ante sí mismos y ante los gobiernos nacionales de cada uno de los países. Pareciera, que todas las respuestas que se tienen hasta ahora, conducen a la nada, al caos absoluto.

Sin embargo, el sol siempre sale. Sol versus tierra, parecen ser los silogismos que presentan las preguntas que se hacen, mas se sabe, que la vida conocida, no pudiera existir sin la participación  de la luz ¿Se salvará el planeta? Pues, la historia revela que sí; hurgando en el registro del tiempo más que milenario, se puede descubrir que a toda crisis o recesión le sobreviene un reimpulso, gracias a la inteligencia y a la mano del hombre en su libertad humana.

Por otra parte es importante recordar que Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico, hace menos de medio siglo eran una zona desértica bajo tribus nómadas,  hoy se muestran como un oasis recubierto de riquezas, gracias a la capacidad de trabajo de su gente y de sus gobernantes en aprovechar los recursos limitados que poseen.

De la misma manera se pudiera decir de países glaciares y nórdicos, como Suecia, Noruega, Finlandia, incluso Suiza y Alemania,  vienen a ser las economías más libres, por consiguiente, las más prósperas del mundo, no por sus recursos, sino por la inteligencia de su gente, en organizar sistemas de libre mercado de producción óptimos, seguridad personal y respeto a la propiedad privada; países del Norte de Europa, donde de manera inversa, no se están llevando a tal extremo los controles sociales y económicos inoportunos, establecidos por el globalismo.

Pues bien, controles sociales y sanitarios, impuestos a raíz, de los acontecimientos que han predeterminado la mayoría de los gobiernos alineados al nuevo orden económico; amparados en las directrices de la gobernanza mundial, que vienen socavando las bases de los Estados Nacionales, con el ánimo de controlar la sospechosa expansión pandémica y con ello se teme el control de la sociedad.

En el mismo orden de ideas, los últimos acontecimientos, han demostrado, como la izquierda ideológica en todos los matices globalistas, desde los más suaves e iridiscentes hasta los más oscuros e infradimensionales que se permean, a través, de la mal teorizada democracia, han venido desdibujando los Estados Nacionales con la pérdida de la soberanía de los pueblos, donde se erigieron las bases y los principios de la civilización.

 

Albert Geovo / @aegeovo 

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...

Tu opinión vale...