La Ley de la Siembra y la Cosecha, por Raúl Parra (@RaulParraT)

[ESCOGE] Si no te gusta la cosecha que estás recogiendo, revisa la semilla que estás sembrando.

 

Texto: También conocida como ley de causa y efecto, descubrimos que es una ley cardinal de la vida. El doctor Pablo fue contundente al afirmar: No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu (Dios), del Espíritu cosechará vida eterna. (1)

 

Decir que cosecharemos lo que sembramos no significa que Dios nos está castigando, simplemente nos está diciendo cómo funcionan las cosas. Por ejemplo; si fumas, desarrollarás la tos seca del fumador o incluso un cáncer de pulmón. Si gastas dinero de más, te perseguirán tus acreedores y hasta pasarás hambre, por no tener dinero para comer. Por otro lado, si comes correctamente y te ejercitas con regularidad, serás saludable y no te enfermarás a menudo. Si no te gusta la cosecha que estás recogiendo, revisa la semilla que estás sembrando.

 

Hay ocasiones, sin embargo, donde la gente no recoge lo que siembra, ¡porque alguien interviene y cosecha las consecuencias por ellos!

Si cada vez que gastas de más, tu madre te envía dinero para cubrir los sobregiros o los enormes saldos de tu tarjeta de crédito, nunca cosecharás las consecuencias de tu despilfarro. Tu madre te estará protegiendo de las consecuencias del acecho de los acreedores o de pasar hambre.

 

Así como interferimos con la ley de la gravedad, atrapando un vaso en el aire e impidiendo que se estropee; también es posible estorbar la ley de la siembra y la cosecha, interviniendo y socorriendo a los irresponsables. Rescatar a una persona para que no sufra las consecuencias naturales de su conducta, le reforzará el continuar con su proceder irresponsable

 

A la persona que continuamente rescata a otra, se le llama codependiente… El codependiente suele ser complaciente o evasor, y por ello termina pagando las cuentas físicas, emocionales y espirituales mientras que el irresponsable sigue siendo mimado, despilfarrando sin control y sin consecuencias.

 

¿Qué hacer en estos casos?

 

Si tú eres una persona codependiente, establece límites dejando de interrumpir la ley de la siembra y la cosecha en la vida de tus seres queridos. Fijar límites obliga a la persona que siembra a ser también la que cosecha.

 

No es suficiente con que enfrente a la persona irresponsable. Una madre decía: Pero yo sí enfrento a mi hija, muchas veces he intentado hacerle saber lo que pienso sobre su conducta y que necesita cambiar. En realidad, esta madre solo está fastidiando a su hija, ella no sentirá la necesidad de cambiar porque su conducta no le causa ninguna molestia. Una persona irresponsable no siente dolor cuando es confrontada con sus actos, solo las consecuencias duelen.

 

Salomón dice que es vano enfrentar a las personas necias: No reprendas al insolente, no sea que acabe por odiarte; reprende al sabio, y te amará. (2) Es suficiente con que dejes de interrumpir la ley de la siembra y la cosecha en las vidas ajenas.

 

Gálatas 6:7-8 (NVI) ;  Proverbios 9:8 (NVI)

 

DC / Raúl Parra / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT

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