
El Gobierno Bolivariano de Venezuela anunció la inmediata cancelación de cualquier contrato o acuerdo relacionado con el suministro de gas natural a Trinidad y Tobago. Esta decisión surge tras conocer la supuesta implicación del gobierno trinitense en el robo de petróleo venezolano, particularmente un incidente ocurrido el 10 de diciembre, cuando un buque fue asaltado por la administración estadounidense.
En un comunicado, el Ejecutivo venezolano denunció que este acto representa una violación flagrante del derecho internacional y afecta los principios de libre comercio y navegación. La Primera Ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, ha sido señalada por su postura hostil hacia Venezuela y por permitir la instalación de radares militares estadounidenses en su territorio, los cuales estarían destinados a monitorear los buques que transportan petróleo venezolano. Esta situación ha sido calificada como un acto de vasallaje.
A raíz de estos acontecimientos, el gobierno de Nicolás Maduro decidió suspender cualquier tipo de cooperación energética con Trinidad y Tobago, marcando un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre ambos países.
DCN/Agencias