Justicia por mano propia: Habitantes de La Guajira decapitan al sospechoso del asesinato de una niña de tres años.
El corregimiento de Mingueo, en La Guajira colombiana, se encuentra en shock tras el macabroso hallazgo de un joven decapitado en un monte cercano a la población. La cabeza fue colocada sobre una estaca en la entrada del pueblo, acompañada de un cartel que lo identificaba como el responsable de la muerte de una niña de tres años.
Este impactante descubrimiento llevó a las autoridades a dirigirse rápidamente al lugar, donde confirmaron que la víctima había sido ejecutada por miembros de la comunidad. La violencia se desató horas después de que se encontrara el cuerpo de Shelsy Michel Navarro Ojeda dentro de un saco de café, un crimen que generó indignación y temor entre los habitantes.
La furia de la gente se volvió hacia un hombre, quien fue linchado, a pesar de que no existían pruebas concretas que lo vincularan al asesinato de la niña. La única conexión que tenía con el caso era haber residido en la vivienda donde fue hallado el cuerpo. Los vecinos lo retuvieron, lo agredieron y se negaron a entregarlo a la Policía cuando esta solicitó intervenir, manifestando decididamente: “Aquí no lo van a soltar”.
Durante el tiempo que estuvo en custodia de la comunidad, el joven se defendió, afirmando que no estaba involucrado y que el culpable era “un amigo”, aunque no proporcionó detalles verificables. Minutos más tarde, un grupo de hombres en motocicleta lo sacó del lugar y lo trasladó a una zona alta del corregimiento, donde lo ejecutaron.
La brutalidad del linchamiento, combinado con el asesinato de la menor, ha dejado a Mingueo en un estado de conmoción. Actualmente, las autoridades llevan a cabo dos investigaciones paralelas: una para determinar quién fue responsable del asesinato de Shelsy Michel y otra para identificar a los culpables del homicidio del joven señalado por la comunidad.
DCN/Agencias
