Venezuela: Una economía diversificada impulsada por el turismo, la gestión sostenible de recursos y la productividad

Aunque las grandes reservas de hidrocarburos son esenciales, el desarrollo sostenible y la estabilidad a largo plazo están más relacionados con la diversificación productiva.

Al mirar más allá del petróleo, se vislumbran cuatro ejes de crecimiento que, mediante la inversión y políticas adecuadas, pueden transformar el futuro del país: turismo, minería sostenible, aumento de la producción agrícola y otras oportunidades complementarias.

El turismo como motor de desarrollo

Venezuela se destaca por su belleza natural y es considerada como uno de los países con mayor potencial turístico del mundo. Con más de 3.500 km de costa, como las playas de Margarita y Los Roques, además de maravillas como el Salto Ángel y la Cordillera de los Andes.

La combinación de climas y ecosistemas diferentes nos otorga una gran diversidad geográfica.

El turismo, al ser intensivo en mano de obra, puede generar empleo y activar la economía en áreas remotas, creando bases económicas estables. La estrategia debe centrarse en mejorar la infraestructura, la seguridad y capacitar al personal, promocionando el ecoturismo y el turismo cultural.

Minas sostenibles y transparentes

Venezuela también cuenta con minerales como oro y hierro, lo que presenta una oportunidad en la minería ordenada. Sin embargo, el desarrollo del sector necesita un marco legal claro y prácticas de extracción responsable que mitiguen problemas ambientales y sociales.

Es esencial erradicar la minería ilegal para proteger el medio ambiente y asegurar que las regalías beneficien al país.

Producción agrícola en auge

Las tierras venezolanas ofrecen gran potencial para el cultivo de diversos productos, lo que puede garantizar la seguridad alimentaria y reducir la dependencia de importaciones. La producción de cacao, reconocido internacionalmente, podría abrir nuevos mercados.

El desarrollo agrícola enfrenta retos como la escasez de insumos y falta de financiamiento, y necesita mejorar la infraestructura de transporte.

Otros sectores prometedores

La costa y el mar territorial permiten el desarrollo de la pesca y la acuicultura, que también podrían ser rubros de exportación. Además, aprovechando las reservas de hidrocarburos, se puede potenciar la industria petroquímica, enfocándose en productos de mayor valor agregado.

En conclusión, la recuperación económica de Venezuela depende de la diversificación. El turismo puede ser el impulsor inicial, mientras que la minería ordenada y la agricultura asegurarán ingresos complementarios. Un entorno de inversión adecuado es clave para lograrlo.

DCN/Agencias

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