
La reveladora historia de María José Ardila, una joven de 23 años que perdió la vida tras un insólito reto en una discoteca de Cali, está generando indignación y debate en las redes. El local ofrecía un premio de 1.500.000 pesos a quien completara un desafío de ingesta de alcohol, algo que su padre, Andrés Ardila, no tardó en criticar por la falta de seguridad en el lugar.
En una entrevista con Noticias Caracol, Andrés denunció que el bar no contaba con las medidas adecuadas para atender una emergencia. Según su relato, María José se desmayó tras consumir grandes cantidades de licor. “Se vomitó, bronco aspiró su propio vómito y luego se quedó sin respiración. La discoteca no tenía ambulancia ni personal médico, ni la capacidad para atender a mi hija”, lamentó.
María José había salido a celebrar el cumpleaños de una amiga y, tras una comida, aceptó el reto del bar. Según su papá, el desafío incluyó pruebas extremas: un "Cucaracho" en cinco segundos, varios shots y cervezas en poco tiempo. “Era algo absurdo”, dijo Andrés, quien también señaló que la bebida que probó su hija era desagradable y, luego de eso, ella perdió el conocimiento.
El padre de María José narra que fueron sus amigas quienes se percataron de su estado y trataron de buscar ayuda. Sin embargo, los taxistas se negaron a recogerlas pensando que solo estaba ebria. Finalmente, un amigo las llevó al hospital, donde Andrés llegó desesperado. En la sala de reanimación, su hija fue revivida y luchó por su vida durante dos días más en la UCI, pero los daños eran irreversibles. “Su cerebro no recibió oxígeno durante más de tres minutos, lo que provocó una muerte cerebral. El lunes tomamos la difícil decisión de desconectarla”, reveló.
A raíz de esta tragedia, la Secretaría de Salud de Cali ha intensificado los operativos de control en establecimientos nocturnos ante la irresponsabilidad de estos desafíos. Andrés concluyó diciendo que sus amigas están profundamente golpeadas por lo sucedido y cuestionan cómo estos incidentes siguen ocurriendo en Colombia.
Esta historia es un llamado a la reflexión sobre la seguridad y responsabilidad en los espacios de entretenimiento.
DCN/Agencias