Tesoro de EE. UU. intensifica transición hacia deuda a corto plazo
El Tesoro de Estados Unidos se inclina por deuda de corto plazo, buscando frenar el aumento de los rendimientos a largo plazo en medio de un creciente déficit fiscal. Se espera que este miércoles, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, ofrezca detalles en el informe trimestral sobre las ventas de deuda.
La estrategia se centra en priorizar letras y notas de vencimientos reducidos, con un movimiento evidente en el mercado de bonos, que asciende a US$30 billones, donde la emisión se ha desplazado hacia plazos más cortos. Expertos de JPMorgan Chase y Goldman Sachs están atentos a esto, considerando que para 2026 será necesario aumentar la oferta.
Recientemente, el Tesoro redujo su proyección de endeudamiento neto para el cuarto trimestre a US$569.000 millones, una disminución respecto a los US$590.000 millones del julio pasado. Las subastas de letras han alcanzado niveles récord, y la Reserva Federal comenzará a reducir sus tenencias en valores hipotecarios, lo que podría favorecer la colocación de más instrumentos a corto plazo.
El desafío principal sigue siendo el costo de la deuda a largo plazo, afectando hipotecas y créditos. La situación no es exclusiva de Estados Unidos; países como Reino Unido y Japón también han visto caer la demanda por bonos de largo plazo. Analistas sugieren que el Tesoro mantendrá estables las ventas de valores nominales para financiar un déficit persistente de aproximadamente US$2 billones anuales.
Para la próxima semana, se prevén subastas de refinanciamiento sin sorpresas, manteniendo un total de US$125.000 millones. La proporción de letras en el financiamiento ha crecido, alcanzando más del 21% recientemente. Además, la reciente baja en la tasa de referencia de la Fed podría ofrecer alivio financiero al gobierno, que ya registró pagos por deuda de US$1,22 billones en el último año fiscal.
DCN/Agencias
