
Güiria y Cumaná: Impacto de los ataques navales en la actividad pesquera
Las localidades pesqueras de Güiria y Cumaná, en el estado Sucre, Venezuela, se encuentran a solo 262 kilómetros de distancia, pero la percepción de seguridad en ambas es distinta. La economía local ha sufrido cambios significativos desde que comenzó la operación naval de Estados Unidos en el Caribe, argumentando la lucha contra el narcotráfico.
Desde el 2 de septiembre, cuando se reportó un ataque estadounidense a una embarcación, Güiria ha notado un descenso en su actividad económica. Informes no oficiales mencionan que al menos tres de los once fallecidos en dicho ataque eran residentes de la comunidad.
El comercio informal de alimentos, ropa y calzado se ha visto paralizado por el temor de las personas a salir a navegar hacia Trinidad y Tobago, lo que ha reducido la entrada de divisas. "No están saliendo lanchas, ni siquiera de migrantes. Hay miedo a que ocurra otra explosión", afirmó un comerciante que pidió permanecer en el anonimato.
Este cese de actividades es inédito en Güiria, donde el tránsito marítimo continuó incluso tras un trágico naufragio en diciembre de 2020. Tras el ataque de septiembre, se reportó un aumento de agentes de seguridad en la zona, con presencia de funcionarios de civil.
Además, se estima que entre quince y veinte de las víctimas de los ataques navales eran de Güiria o localidades cercanas, aunque muchos evitan hablar del asunto por temor a represalias. Este panorama ha llevado a los pescadores a adaptar su actividad, enfrentándose a la alta distribución de combustible subsidiado, que solo reciben cada mes y medio.
Ante este contexto, los pescadores han optado por comprar gasolina a precios dolarizados, buscando maximizar su tiempo en el mar para obtener productos de mayor valor, como atún y langosta.
DCN/Agencias