
Mientras el portaaviones más emblemático de EE. UU. inicia sus operaciones en el Caribe, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, afirmó que su país no participará en ningún «acto hostil contra Venezuela». Esta declaración surge tras meses de entrenamientos militares de Estados Unidos en suelo panameño y en medio del despliegue militar que el gobierno de Donald Trump ha denunciado como un intento de derrocar a Nicolás Maduro.
“Panamá no está involucrado en eso, ni presta su territorio para acciones hostiles contra Venezuela o cualquier otro país”, aclaró Mulino en una rueda de prensa el 13 de noviembre. El mandatario también mencionó presiones de Washington por sus relaciones con China y enfatizó la importancia de salvaguardar el Canal de Panamá, vital para el comercio mundial y fuente de ingresos significativos.
“Para proteger el Canal, se necesita la cooperación de fuerzas militares y policiales a nivel mundial”, indicó Mulino, recordando que Panamá alberga ejercicios militares multinacionales, como el Panamax, que se enfoca en la defensa del Canal y donde participan fuerzas de EE. UU. y Panamá.
Respecto a la presencia de tropas estadounidenses en el Darién, Mulino aseguró que es un tema distinto y parte de un protocolo de cooperación bilateral. Por primera vez en 20 años, EE. UU. envía soldados para entrenamiento en la base aeronaval Cristóbal Colón, con ejercicios que se extenderán hasta 2026. Aunque un funcionario del Pentágono afirmó que la misión no está orientada a una posible operación en Venezuela, el coronel retirado Steve Ganyard opinó que los entrenamientos envían un mensaje a Maduro.
Los ejercicios, que tienen lugar principalmente en el Darién, se realizan en un área considerada idónea para este fin.
DCN/Agencias