Un informe reciente de Oxford Economics destaca que los países de bajos ingresos enfrentan una oportunidad clave. Si logran reducir las brechas en infraestructura energética y acceso al capital, podrían generar hasta 75 billones de dólares anuales gracias a la adopción efectiva de inteligencia artificial (IA).
El estudio, presentado el 2 de noviembre en Abu Dabi bajo el título «Impulsando la oportunidad de la IA en países de bajos ingresos», señala que la mayor parte de este potencial provendría de contar con energía fiable. Estos países podrían añadir anualmente hasta 53 billones de dólares solo con una infraestructura eléctrica adecuada. Adicionalmente, 22 billones de dólares podrían lograrse a través de un mejor acceso a financiamiento y digitalización.
El informe aclara que el desafío no radica en la tecnología en sí, sino en las condiciones necesarias para su uso. «Las condiciones habilitantes» —como energía, regulaciones y financiamiento— son clave. Los autores advierten que la IA no será efectiva sin electricidad constante, servicios bancarios digitales y un marco legal sólido.
El estudio también incluye ejemplos de Brasil, India, Marruecos y Sudáfrica, donde políticas de energías limpias y digitalización han impulsado la productividad y la inclusión financiera. Estos casos muestran que la IA también genera empleo y atrae inversiones cuando existe un entorno propicio.
Sin embargo, el informe indica que solo el 26% de los empleos en estos países están en sectores que pueden beneficiarse de la IA, en comparación con el 60% en economías avanzadas. Este desfase podría aumentar la brecha económica.
Entre las recomendaciones se encuentran construir infraestructura energética moderna y expandir el acceso a servicios financieros. El análisis concluye que esta etapa representa una oportunidad de transformación crucial. Actuar ahora es fundamental para no quedar atrás en la evolución tecnológica.
DCN/Agencias