
¡Atención, amantes del cine y las series! Prepárense para sumergirse en la historia de cómo Netflix, ese gigante del streaming, derribó todas las barreras del entretenimiento. Lo que comenzó en 1997 como una modestísima tienda de alquiler de DVD por correo, ha evolucionado hasta convertirse en la plataforma más potente del mundo, arrastrando a más de 300 millones de fieles suscriptores y una asombrosa valoración de USD 325,000 millones, ¿pueden creerlo? ¡Eso lo dice Fortune!
Detrás de este fenómeno está Reed Hastings, un genio que fusionó matemáticas y tecnología con una visión que desafiaba lo convencional. Después de vender su primera empresa, se lanzó a un océano de posibilidades: ¡adiós a las multas por retraso y hola a un modelo de suscripción mensual! En una época donde los videoclubs dominaban, su idea sonaba descabellada.
Patty McCord, una de las primeras ejecutivas de Netflix, recuerda que muchos pensaron que Hastings estaba soñando. Pero, ¡qué gran sorpresa! El envío de discos por correos sin penalizaciones fascinó a miles y pavimentó el camino hacia la revolución digital del entretenimiento.
En el año 2000, cuando Netflix aún luchaba por ser rentable, Hastings ofreció a Blockbuster comprar la empresa por USD 50 millones. La respuesta fue un despreciable “no”. Según el cofundador Marc Randolph, el CEO casi se ríe. Esa negativa, lejos de desanimar, se convirtió en un carburante que avivó la determinación de Hastings de conquistar el futuro digital.
En 2007, Netflix lanzó su servicio de streaming y, en un abrir y cerrar de ojos, ¡boom! Su número de suscriptores saltó al doble y comenzó a desplazar a las cadenas de televisión tradicionales como un tsunami.
En 2013, el verdadero mago en la chistera: House of Cards. Esta fiebre de originalidad llegó con una inversión de USD 100 millones y un enfoque audaz: toda la temporada lista para que el espectador decidiera su propio ritmo. ¡Una locura! Desde entonces, obras maestras como Stranger Things, El Juego del Calamar y Roma han cimentado a Netflix como el rey indiscutido del streaming.
Hastings soñó con un mundo donde el entretenimiento estuviera al alcance de todos, sin restricciones ni intermediarios. Hoy, ese sueño se ha hecho realidad. Pero el reto continúa: Netflix debe mantenerse en la cima de una industria que ella misma ayudó a reinventar. ¡El espectáculo sigue, y el mejor capítulo está por venir! ¿Te unes a la experiencia? 🍿✨
DCN/Equipo de Farándula