
Trump se autoproclama Papa en una jugada viral con Inteligencia Artificial
El inesperado giro de los acontecimientos ha dejado a muchos boquiabiertos: el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se ha autoproclamado como el nuevo Papa, utilizando una imagen generada con Inteligencia Artificial (IA).
El anuncio llegó a través de su plataforma en la red social X, donde se mostró en una fotografía luciendo mitra y anillo papal, adoptando una postura casi celestial. Este peculiar acto, que inicialmente podría parecer una simple broma, ha causado un auténtico revuelo en las redes sociales, donde varios usuarios lo han acusado de burlarse de la Iglesia.
Una broma que se volvió seria
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Trump juega con la idea de liderar la Iglesia Católica. A solo días del próximo Cónclave, que comenzará el 7 de mayo, el exmandatario había hecho comentarios en tono de broma. Durante un acto en Michigan, mientras celebraba los primeros 100 días de su segundo mandato, le respondió a una periodista que le preguntó sobre su futuro: “Me gustaría ser Papa”.
La combinación de su imagen con un rol tan significativo ha generado miles de reacciones, desde burlas hasta críticas serias, lo que pone de relieve cómo las redes sociales pueden amplificar cualquier tipo de mensaje, por más extravagante que sea.
En un mundo donde las fronteras entre la realidad y la virtualidad se difuminan, esta actuación de Trump resalta cómo la IA puede ser utilizada para crear momentos impactantes, provocando tanto risas como reflexiones sobre el papel de la figura papal y la religión en la política.
Reacciones en las redes
Las interacciones en torno a la publicación de Trump han sido diversas: desde seguidores que aplauden su humor hasta detractores que ven falta de respeto hacia la Iglesia. Esta situación plantea interrogantes sobre los límites del humor y la provocación en la esfera política actual.
Sin duda, este episodio seguirá dando de qué hablar, poniendo en evidencia no solo la creatividad del expresidente, sino también la capacidad de la tecnología para influir en la percepción pública. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegará Trump en su búsqueda por atraer la atención? La viralidad de esta situación, sin duda, es un reflejo de la era en la que vivimos, donde nada parece ser demasiado insólito.
DCN/Agencias