
La Universidad Central de Venezuela (UCV) ha denunciado la crítica situación laboral que atraviesan sus trabajadores, exigiendo medidas urgentes que aseguren condiciones laborales justas y respeto a la autonomía universitaria. En una sesión ampliada del Consejo Universitario, el rector Víctor Rago enfatizó que esta actividad se acordó con los gremios debido a la pérdida del poder adquisitivo y la precariedad salarial que ha afectado al sector universitario durante años. Rago destacó que esta crisis es resultado de políticas que han desatendido la educación superior.
El Consejo Universitario calificó el fraccionamiento del bono navideño como una “injusticia intolerable”, subrayando que los salarios actuales no permiten cubrir necesidades básicas. Gremios del personal académico y administrativo, como APUFAT y SINATRA, respaldaron este pronunciamiento con cifras y testimonios. Argelia Castillo, representante de APUFAT, indicó que el salario mínimo actual apenas equivale a 0,58 dólares desde marzo de 2022, pidiendo que los bonos sean incorporados al salario base.
Desde SINATRA, Yanira Romero describió el pago fraccionado de aguinaldos como una “grosería”, señalando que las cifras varían entre 4 y 40 dólares, lo que resulta insuficiente para una Navidad digna. Además, rechazó la “constituyente obrera”, considerándola una burocracia sin legitimidad. Carlos Suárez, del SUTRA, criticó al Ministerio de Educación Universitaria por el “abandono institucional” y cuestionó la narrativa oficial de unas “navidades felices” ante bonos que apenas cubren gastos mínimos como el de una harina.
Durante el encuentro, también se denunció la incursion de cuerpos de seguridad del Estado en el campus de la UCV, donde dos trabajadores fueron detenidos de forma arbitraria por más de seis horas. Suárez consideró este evento como un acto humillante, advirtiendo sobre el riesgo de que esto se extienda a estudiantes y profesores.
La UCV, reconocida como emblemática en el ámbito académico y el pensamiento crítico en Venezuela, reafirmó su demanda de respeto a sus espacios y trabajadores, y su disposición para el diálogo con el Gobierno. La conclusión fue clara: “sin condiciones laborales dignas, no hay universidad posible.”
DCN/Agencias