La economía de la eurozona mostró signos de estabilización en el tercer trimestre de 2025, con un crecimiento del 0,2% del PIB. En cuanto al conjunto de la Unión Europea, el avance fue del 0,3%, de acuerdo con la estimación preliminar de Eurostat. Esta cifra refleja una ligera aceleración en comparación con el trimestre anterior, donde la actividad había crecido un 0,1% en la eurozona y un 0,2% en el bloque europeo.
En el ámbito interanual, el PIB creció un 1,4% en la eurozona y un 1,6% en la UE, manteniendo cifras similares a las del segundo trimestre. Aunque el incremento es modesto, se valida la tendencia de recuperación tras un periodo afectado por una inflación persistente y una política monetaria más estricta.
En el sector laboral, se observó una leve expansión. El empleo en la eurozona aumentó un 0,1% en el trimestre, mientras que en la UE fue del 0,2%. Estos números son consistentes con el trimestre anterior, sugiriendo que la desaceleración económica no ha impactado significativamente el empleo.
Anualmente, el número de ocupados creció un 0,5% en la eurozona y un 0,6% en la UE, con cambios leves respecto a meses previos. Aunque el dinamismo del mercado laboral se ha moderado en comparación con los picos de recuperación postpandemia, sigue siendo un factor de estabilidad para la actividad económica.
En resumen, los datos indican que la economía europea avanza a un ritmo controlado, sustentada por un empleo fuerte y una mejora gradual de la demanda interna, aunque el crecimiento enfrenta limitaciones por la incertidumbre global y el impacto de tasas de interés elevadas.
DCN/Agencias