
Tatiana Murillo: De ‘La Barbie colombiana’ a la búsqueda de aceptación personal
Tatiana Murillo, conocida popularmente como ‘La Barbie colombiana’, es una mujer que ha pasado por numerosas cirugías plásticas desde muy joven, lo que le ha valido su apodo. Sin embargo, en una sincera entrevista con María Elvira Arango en el programa En Aguas Profundas, Tatiana compartió que su deseo de cambiar su apariencia no surgió de la ambición de parecerse a una muñeca, sino de experiencias más profundas y difíciles.
En sus relatos sobre la infancia, revela que, aunque disfrutó de momentos felices, también enfrentó un bullying que la afectó gravemente. A diferencia de lo que se podría pensar, el acoso no provenía de sus compañeros, sino de adultos en su entorno. Tatiana explicó que, debido a la situación económica de su padre, un campesino en Antioquia, sufrió rechazo y burlas en su colegio.
“Lo más cruel que viví en la escuela fue por el estatus económico de mi papá. Eso me marcó”, comentó. Añadió que el bullying no solo se debía a su situación económica, sino también a su color de piel y su forma de cabello. Incluso recordó que una profesora le aconsejó a una amiga que no se juntara con ella, lo que acentuó su sentimiento de exclusión.
Tatiana no se atrevió a contarle a sus padres sobre su sufrimiento, pues su familia estaba más enfocada en la preocupación de la guerrilla que acechaba la región. Esto la llevó a forjarse un carácter fuerte y esforzarse por salir adelante.
Al alcanzar una estabilidad económica, Tatiana se sometió a su primera cirugía: una rinoplastia que requirió retoques adicionales. Sin embargo, una de las intervenciones más arriesgadas fue el aclaramiento de su piel, un proceso que le costó aceptar. “Mi piel fue lo que más me costó aceptar en toda mi vida”, confesó.
Durante el tratamiento, que incluía láser y cremas especiales, logró aclarar su piel en cuatro tonos, lo que le brindó una nueva confianza. A día de hoy, cuenta con más de 35 procedimientos estéticos y no descarta la idea de cambiarse el color de los ojos, demostrando que su búsqueda de aceptación continúa.
DCN/Agencias