
Una interferencia electromagnética persistente ha surgido en el Caribe, convirtiendo el espacio aéreo de Venezuela en una zona de alto riesgo para las aerolíneas comerciales, según un informe de Bloomberg que analiza datos satelitales y reportes aeronáuticos.
Este fenómeno, que puede simplemente causar problemas de carga en un teléfono en Caracas, se traduce en la posible pérdida de navegación satelital para aviones que vuelan a 30.000 pies, lo que lleva a desvíos o cancelaciones de vuelos. La alteración comenzó a intensificarse semanas antes de que la Administración Federal de Aviación de EE. UU. alertara sobre «mayor interferencia» en la región.
Desde esa advertencia, aerolíneas como Avianca, Iberia y Gol han detenido sus operaciones hacia Caracas, mientras las aerolíneas locales siguen volando bajo control estatal. La interferencia impacta el Sistema Global de Navegación por Satélite, que incluye GPS, Galileo y Glonass, y es crucial para la guía de aviones, barcos y teléfonos.
Datos de la NASA indican que el ruido electromagnético en Venezuela ha aumentado notablemente en comparación con el mismo periodo del año pasado. Expertos mencionan que niveles altos de interferencia suelen asociarse con zonas de conflicto, similar a situaciones reportadas en Europa del Este derivados de la invasión rusa en Ucrania.
Antes de la alerta de la FAA, más del 10% de los vuelos sobre Venezuela ya reportaban problemas en su navegación. Este aumento de interferencias coincide con el refuerzo de la presencia militar estadounidense en el Caribe, que incluye operaciones contra actividades vinculadas al narcotráfico y la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford. Los especialistas también indican que las flotas navales podrían estar utilizando bloqueadores de GPS para protección.
DCN/Agencias