
Más de 260.000 venezolanos perderán su Estatus de Protección Temporal (TPS) otorgado en 2021, lo que los dejará sin estatus migratorio en Estados Unidos. Este cambio se produce tras un fallo de la Corte Suprema de EE. UU. que afecta también a los beneficiarios de la designación de 2023, resultando en un total de 600.000 personas afectadas. A partir del 7 de noviembre, quienes no logren obtener otro estatus migratorio quedarán indocumentados y podrían enfrentar sanciones si permanecen más de 180 días en esa situación.
Según la abogada de inmigración Yesenia Iacona, solo alrededor de 4.800 beneficiarios de ambas designaciones han renovado sus permisos de trabajo, aunque esto no les garantiza un estatus migratorio. Sin un trámite migratorio activo, los venezolanos pueden ser detenidos y deportados.
Para quienes tienen hijos ciudadanos estadounidenses mayores de 21 años, existe la posibilidad de iniciar una petición familiar para solicitar la residencia permanente. Las personas con asilo pendiente que fue cerrado debido a su TPS podrían reabrir su caso para continuar legalmente en el país. También se puede solicitar asilo fuera del plazo habitual, siempre que existan argumentos sólidos para este trámite.
Sin embargo, Iacona advierte que las opciones son limitadas y que el tiempo corre. Recomienda a quienes no tengan alternativas migratorias válidas considerar salir del país antes de acumular un estatus indocumentado.
Adelys Ferro, directora del Caucus Venezolano-Americano, estima que muchos de los afectados han vivido aproximadamente 10 años en EE. UU. Los beneficiarios del TPS de 2023 tienen menos tiempo en el país, ya que algunos ingresaron con el ‘parole’ humanitario implementado por el expresidente Joe Biden en 2022. Ferro subraya que nunca antes se había ilegalizado a tantas personas al mismo tiempo, calificando la situación como una crisis humanitaria.
La situación no parece mejorar en el corto plazo, ya que la lucha legal para mantener el TPS para los venezolanos continúa.
DCN/Agencias