
El expresidente francés Nicolas Sarkozy describió la cárcel como una «pesadilla» en su alegato por videoconferencia antes de que el Tribunal de Apelación tome una decisión sobre su solicitud de libertad, la cual se conocerá este lunes.
Desde la prisión parisina de La Santé, Sarkozy agradeció al personal penitenciario por su «humanidad excepcional», que, según él, ha hecho más soportable su estadía. El Tribunal de Apelación comunicará la decisión sobre su libertad a la 1:30 PM hora local.
Antes del anuncio, la Fiscalía francesa solicitó su liberación, aunque bajo control judicial, lo que generó esperanzas para el expresidente. Sarkozy, de 70 años, ha estado encarcelado durante 20 días y ha denunciado «manipulación» en relación a documentos que involucran a personas cercanas a su gabinete y al régimen del fallecido dictador libio Muamar Gadafi, en el contexto de la financiación de su campaña presidencial de 2007.
Durante la videoconferencia, Sarkozy, vestido con chaqueta azul marino y visiblemente inquieto, intentó convencer a los jueces de que no hay riesgo de fuga que justifique su prisión. Describió la experiencia carcelaria como «muy dura» y «agotadora», mientras desde el Tribunal de Apelación, varios de sus familiares lo observaban.
Entre sus allegados estaban su esposa, Carla Bruni; dos de sus hijos, Jean y Pierre; y su hermano, François. En la sala de audiencia había una gran presencia mediática y los móviles fueron confiscados para evitar grabaciones o imágenes durante la sesión.
DCN/Agencias